OSTEOPATIA

La osteopatía es una ciencia terapéutica física basada en el conocimiento preciso de la anatomía y la fisiología del cuerpo humano, dirigida a un ajuste o corrección de los desequilibrios que interfieren con el buen funcionamiento del cuerpo. Osteopatía quiere decir estudiar, valorar, oír y entender el cuerpo.

La palabra osteopatía proviene del griego “Osteon”=hueso y “Patho”=hechos venidos del interior, lo que nos puede dar una idea de que la osteopatía no es una terapia que solamente trata los problemas articulares, sino que con ellos se establece una relación con otras zonas que van a ser susceptibles de mejorar, aunque no estén en la misma o en zonas próximas a la lesión.

Su sistema médico-filosófico tenía gran simplicidad, teniendo como regla o axioma principal: “localiza, arregla y déjalo”. Still afirmaba que el cuerpo tiene todos los medios necesarios para auto curarse, es decir, el cuerpo posee un sistema de autodefensa capaz de eliminar y deprimir las enfermedades. Esta es la razón de que estuviera tan en desacuerdo con la toma de medicamentos.

Él creía que el cuerpo humano es capaz de fabricar sus propios medicamentos, si se quitan los bloqueos en las estructuras encargadas de fabricarlos. La sangre es el medio de transporte de todos los elementos que el organismo necesita para luchar contra la enfermedad. Es capaz de fabricar los principios inmediatos para nuestra inmunidad.

El papel de la arteria es fundamental, ya que su mal funcionamiento (que puede estar originado por una lesión osteopática vertebral) conllevará una mala circulación arterial y como consecuencia una mala circulación venosa y un estancamiento sanguíneo a ese nivel, donde se acumularan toxinas y la nutrición será deficitaria.

Tipos de lesiones osteopáticas

La osteopatía clasifica las lesiones en tres tipologías fundamentales: primaria, secundaria y de compensación.

La Lesión Primaria

La lesión primaria, en general, consiste en una molestia localizada, por ejemplo entre dos vertebras. La causa principal puede ser un trauma, o las consecuencias producidas por una fuerza externa como un golpe o una caída, o por una causa interna, como por ejemplo un movimiento repentino de estiramiento o de rotación.

La Lesión Secundaria

La lesión secundaria implica tres o más vertebras y viene llamada lesión compuesta. En esta misma categoría se reflejan lesiones que no son producidas por un accidente, sino que son la consecuencia de una condición de irritación presente en un órgano interno como el corazón, la vejiga, los riñones.

Un órgano irritado o enfermo transmite una cantidad anómala de impulsos a la médula espinal en el punto correspondiente al órgano interesado y de aquí, a los músculos con consiguiente sensibilización de las articulaciones correspondientes.

Los osteópatas afirman que este proceso pueda ocurrir también en sentido opuesto a lo descrito, que una lesión primaria puede afectar, como reflejo, la funcionalidad de un órgano interno enviando a este una cuantidad anómala de impulsos nerviosos.

La Lesión de Compensación

La lesión de compensación es la consecuencia de los intentos del cuerpo para compensar las lesiones presentes en otros puntos, por lo que para evitar que esta lesión cause síntomas y para permitir al sujeto mantener un estado de salud a pesar de la lesión.

Si una articulación se bloquea y pierde su propia movilidad a consecuencia de una lesión primaria, las articulaciones que se encuentren debajo y arriba de ella intentan, a veces, compensar esta limitación de movimiento convirtiéndose en hipomóvil, adoptando entonces una gama de movimientos excesivamente amplia que las renden frágiles y inestables.

Esta manifestación debe ser tratada de forma diferente de los normales trastornos articulares, porque algunos tipos de técnicas de manipulación podrían acentuar aun más el estiramiento o la distorsión a la cual está expuesta la articulación inestable; por lo tanto habrá que recurrir a un método más delicado.

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